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España

El anfiteatro de Tarragona, un paseo por la antigua Roma

Por Verónica de la Cruz, redactora de contenidos en Britania for you

 

El anfiteatro de Tarragona es la construcción Romana que mejor se ha conservado en la ciudad y a diferencia de otras ruinas en la zona, a simple vista nos da una idea bastante aproximada de lo que en su día fué. Hacía tiempo que tenía ganas de volver a visitar las ruinas Romanas de Tarraco, en especial el anfiteatro, que pone un broche de oro a la costa de esta bella ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 2000. 

Estuve hace años con el instituto en una excursión con los de la clase de latín para recorrer las murallas y ver una representación teatral en el interior del anfiteatro. Que mágica sensación es sentarse en esas gradas empedradas con casi 2.000 años de antigüedad, fué una experiencia única.

He pasado por delante en incontables ocasiones, pero hace unos días decidí que mi hijo y yo íbamos a recorrer la zona tranquilamente. ¿No os pasa, que aunque ya hayáis estado en un sitio, cuando volvéis al cabo de muchos años, lo véis con diferentes ojos? Ninguna vez es igual a la anterior. 

Dedicamos una mañana a esta zona para pasear por los alrededores del anfiteatro de Tarragona, aunque sin entrar al interior del monumento, ya que se encontraba cerrado por obras de mantenimiento. No es imprescindible para disfrutarlo, pues desde el parque del Anfiteatro que bordea el monumento se ve perfectamente desde diferentes ángulos y se pueden tomar preciosas instantáneas. Además, es una zona ideal para ir con niños, en este artículo os explicaré por qué.

¿Me acompañáis en este paseo por el anfiteatro Romano de Tarraco? ¡Seguid leyendo!

 

Recorrido por el parque del Anfiteatro de Tarragona

Aparcamos el coche por debajo de la Vía Augusta en dirección a la playa del Miracle, ya que tuve la suerte de encontrar un sitio que no era de pago. Si no, la otra opción es dejarlo en zona azul o verde, o bien en un parking. Si venís en tren, la estación está relativamente cerca para llegar andando, se encuentra a unos 15 minutos a pie pasando por el Balcón del Mediterráneo y de camino podréis disfrutar de las impresionantes vistas desde este promontorio. Os dejo el mapa para que os situéis:

 

 

Entramos por la calle de las escaleras del Miracle, que ya nos ofrece una buena perspectiva del anfiteatro y sus entrañas. Desde aquí nos podemos asomar a través de la verja que protege la construcción y ver de cerca los restos de las iglesias que posteriormente se levantaron en el interior, las fosas del anfiteatro al descubierto y una de las puertas de acceso a la arena con forma de arco. 

 

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Después subimos los anchos peldaños hasta llegar al Parque del Anfiteatro, una zona verde donde los niños pueden correr a sus anchas. Mi hijo hizo unas cuantas fotos que no le quedaron nada mal para tener 4 años. También paramos para sentarnos en uno de los bancos de madera a la sombra e hicimos un pequeño tentempié.

 

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Fotografía del Parc de l’Amfiteatre tomada por mi hijo de 4 años. Para ser un principiante, no lo hace nada mal, así que ya puedo decir orgullosa que es el nuevo colaborador de este blog 🙂

 

Tras la parada técnica, continuamos ascendiendo por el parque sin perder de vista el anfiteatro, que nos acompaña por todo el recorrido, hasta llegar al Parc de les tres granotes (Parque de las tres ranas). Es una coqueta zona de descanso donde podemos parar para que los pequeños se entretengan un rato en la zona de juegos con columpios. Mientras, nosotros podemos descansar en la sombra y seguir obteniendo unas buenas vistas del anfiteatro de Tarragona desde arriba. A un lado hay un chiringuito con terraza, así que si nos apetece podemos sentarnos a tomar algo mientras vigilamos a los peques. A mí me pareció que el lugar estaba muy bien pensado para las familias con niños pequeños.

 

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El balcón del Mediterráneo

Después de un rato entre columpios y acrobacias varias en la zona de juegos, nos dirigimos hacia el Balcón del Mediterráneo, nuestra última parada del recorrido. Hay un ascensor para quien no quiera caminar cuesta arriba, pero en ese momento se encontraba fuera de servicio. De todos modos, la subida es perfectamente asumible y enseguida llegamos al Balcón del Mediterráneo.

 

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Este paseo es realmente bonito, con sus clásicas farolas y la baranda de la suerte que los Tarraconenses tanto aprecian. Desde aquí vemos toda la línea de costa de la ciudad, desde las playas, pasando por el anfiteatro, hasta el puerto de Tarragona. Hay unos clásicos “telescopios” (no sé si se llaman exactamente así, si tienen otro nombre agradecería que me lo hagáis saber) que por 1 euro nos dejarán ver durante unos pocos minutos el mar de cerca y los muchos barcos que se aprecian en el horizonte. Mi hijo se lo pasó genial buscando embarcaciones pirata, aunque no encontró ninguna según me hizo saber luego 😉

 

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El anfiteatro de Tarragona durante el Imperio Romano

Tarraco fué una de las ciudades más importantes de la Hispania Romana. El anfiteatro es un edificio de forma ovalada construido a finales del siglo II D.C. Se encontraba fuera de las murallas, muy cerca de la Vía Augusta que atravesaba la ciudad y poco antes de que la famosa carretera se introdujera dentro del recinto amurallado.

Medía 109,5 por 86,5 metros en total y contaba con una capacidad para unos 14.000 espectadores. Forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, declarado patrimonio mundial por la UNESCO en el año 2000.

En su interior se celebraban espectáculos no demasiado agradables, como los populares combates de gladiadores, luchas con fieras y exhibiciones atléticas. También tenían lugar las ejecuciones públicas de los condenados a muerte, normalmente enemigos del Imperio Romano. Creo que nos podemos hacer una idea de las carnicerías que tenían lugar aquí.

 

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Se cree que se construyó muy cerca del mar para facilitar el tránsito de los animales que se usaban para los espectáculos desde los barcos que los transportaban. 

En el año 259 D.C., con motivo de las persecuciones contra Cristianos llevadas a cabo en la época, quemaron vivos públicamente en la arena del anfiteatro de Tarraco al obispo de la ciudad, Fructuoso, y a sus dos diáconos, Augurio y Eulogio. 

 

El anfiteatro de Tarragona en la Edad Media

Ya en el siglo V y debido a la adopción de la religión Cristiana por parte de los emperadores Romanos, el anfiteatro fué perdiendo paulatinamente sus funciones originales.

En el siglo VI, ya con el Imperio Romano desmantelado y los Visigodos bien establecidos en el poder, se construyó en el interior del anfiteatro una Basílica Visigótica en honor a los mártires cristianos ejecutados en la arena por los Romanos: el antes mencionado obispo de Tarragona y sus dos diáconos.

 

Si te interesan las ruinas Romanas, échale un vistazo a mi artículo sobre Colchester, antigua ciudad inglesa con un pasado muy Romano. Se conserva parte de la muralla, puertas de acceso y algunos vestigios del templo de Claudio en los cimientos del castillo medieval.

 

Cuando se produjeron la invasiones Musulmanas de la península Ibérica, el conjunto quedó abandonado durante varios cientos de años, hasta que en el siglo XII se levantó sobre los cimientos de la antigua Basílica Visigótica un nuevo templo cristiano de estilo románico llamado Santa María del Milagro. Esta iglesia se mantuvo en pie hasta 1915.

 

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Ruinas de las iglesias que se construyeron dentro del anfiteatro durante la Edad Media.

 

Como es de esperar, las piedras que se utilizaron para levantar estos dos edificios religiosos posteriores fueron sacadas del mismo anfiteatro, contribuyendo así a su progresivo deterioro.

Se pueden apreciar las ruinas de estas dos construcciones posteriores al anfiteatro original, las cuales llaman especialmente la atención por estar dentro de la zona de la arena y no pertenecer a los Romanos. 

 

Características y uso del anfiteatro de Tarraco

El anfiteatro está ubicado sobre un terreno de pronunciada pendiente hacia el mar y este desnivel se aprovechó para construir una parte de las gradas en la roca del promontorio, que sirvió de punto de apoyo natural de la estructura del edificio.

El anfiteatro de Tarragona constaba de varias zonas o elementos: 

  • Podium
  • Tribuna
  • Fossae o fosas
  • Cavea o gradería
  • Velarium
  • Porta triunfalis
  • Porta livitinaria

El podium era el escenario, situado en un extremo del anfiteatro sobre la arena. La tribuna era una gran bóveda donde se sentaban las autoridades que presidían los espectáculos. Originalmente estuvo muy adornada, a pesar de su aspecto tras casi dos milenios.

Las fossae o fosas eran estancias subterráneas ubicadas bajo la arena en forma de pasillos que atravesaban longitudinalmente la arena, destinadas a los gladiadores y animales que participaban en los espectáculos. Subían y bajaban a la arena en montacargas accionados mediante un sistema de poleas. En su interior también había un habitáculo con una pequeña capilla donde los gladiadores rendían culto la Diosa protectora Némesis. De hecho, en estos espacios se encontró una pintura mural de esta Diosa.

 

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En esta imagen se pueden apreciar varios elementos distintivos del anfiteatro: una de las puertas de acceso en forma de arco, parte de las gradas con ese hueco redondo en la piedra que era la tribuna, las fosas cavadas bajo la arena y las ruinas de la planta en forma de cruz de las antiguas iglesias medievales.

 

La cávea era la zona de las gradas. Fué mucho más grande y alta que los restos que observamos y estaba distribuida en tres maeniana (sectores) que mediante muros de separación separaban a los espectadores en función de su rango social. Para proteger al público del sol en los días de fuerte calor, algo muy habitual en Tarraco, se desplegaba mediante un ingenioso sistema de cuerdas una gran lona llamada velarium

Los dos grandes accesos a la arena eran la porta triunfalis, por donde entraban solemnemente los gladiadores al inicio del combate, y la porta livitinaria, por donde se retiraban a los que desafortunadamente morían en los combates. 

 

Entradas, horarios y precios del anfiteatro de Tarraco

En estos momentos el interior del anfiteatro se encuentra cerrado por obras de restauración hasta próximo aviso. Llevaban tiempo queriendo arreglarlo, ya que su estado de degradación debido a su exposición al aire libre, las lluvias y el mar suponía un peligro potencial para las personas. 

La entrada es bastante económica, unos 3 euros (además hay diferentes descuentos). También existen paquetes que incluyen la visita a todos los monumentos conjunto arqueológico de Tarraco. En este apartado de la web oficial del Ayuntamiento de Tarragona se encuentra toda la información sobre tarifas, paquetes, descuentos y horarios de apertura.

 

Fuentes:

https://www.tarragonaturisme.cat/es/monumento/anfiteatro-romano-mht

https://www.diaridetarragona.com/naltros/El-Anfiteatro-20160714-0041.html

 

Contadme en los comentarios que os parece el anfiteatro de Tarragona y si habéis tenido la suerte de visitarlo, por dentro o por fuera, éste u otros monumentos de la ciudad. ¡Comparte si te ha gustado este artículo! 

 

 

2 Comentarios

    • Britania for you

      Es una ciudad llena de historia, a mí también me encanta. Efectivamente, me temo que se encuentra cerrado por eso que comentas, nosotros no pudimos entrar. Esperemos que lo reabran pronto. Aun así, merece mucho la pena dar un paseo por sus alrededores, las vistas son estupendas. Muchas gracias por tu comentario, un abrazo!

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