
Los 17 castillos más bonitos de Escocia
Por Verónica de la Cruz, redactora de contenidos en Britania for you
Escocia es tierra de lagos, leyendas y castillos. Según los registros históricos se han contabilizado alrededor de 2.000 castillos en Escocia. Algunos están en buen estado de conservación, otros exhiben sus ruinas y los menos afortunados han desaparecido. Vamos a repasar una selección de los castillos más bonitos de Escocia, algunos de los cuales he tenido la suerte de poder visitar. ¡Acompáñame!
Castillo de Edimburgo
El castillo de Edimburgo es el emblema de la capital y también el más visitado de Escocia. Se alza sobre la abrupta colina de Castle Hill, desde donde se puede disfrutar de una agradable perspectiva de la ciudad. Solo es accesible a través de una calle situada en la Royal Mile.
Se comenzó a construir a principios del siglo XII en memoria de la reina Margarita. No obstante, como ocurre en muchos otros castillos, hay evidencias de que en este estratégico emplazamiento ya existían otras construcciones similares más antiguas.
Sus tenebrosas mazmorras no dejan indiferente a nadie, así como el museo, las diferentes estancias y el curioso cementerio de mascotas en el exterior. Además, cuenta con un peculiar inquilino: el fantasma del gaitero solitario.
Dunnottar castle
El castillo de Dunnottar es evocador. Sus ruinas están emplazadas sobre los rocosos acantilados de un cabo en la costa noreste, a unos 3 km de Stonehaven. Lo que observamos en la actualidad data de los siglos XIV y XV.
Un escarpado sendero que serpentea entre verdes campos nos lleva hasta la fortaleza. Soplan fuertes vientos y el oleaje del embravecido mar del Norte no da tregua. El cabo es un auténtico santuario de aves marinas debido a sus entrantes y salientes pedregosos.
¿Qué llevó a los Escoceses a construir un castillo en un entorno tan inhóspito? Como siempre, la respuesta es la estratégica posición defensiva. Y es que no sólo les servía para controlar que nadie les atacara por mar, sino que también tuvo un papel muy importante en el control de las rutas de transporte marítimo.
Probablemente el de Dunnottar sea uno de los castillos más bonitos de Escocia.
Castillo de Stirling
Nos vamos a las afueras de la ciudad de Stirling. El popular castillo de Stirling está situado en una colina de origen volcánico y sus escarpados acantilados cortados a pico son artificiales, pues fueron construídos expresamente para fortalecer el sistema de defensa.
La mayor parte de los edificios principales del castillo datan de los siglos XV y XVI. En su interior podrás admirar uno de los tesoros artísticos de Escocia: las Stirling Heads (las cabezas de Stirling). Se trata de decenas de rostros que el rey Jacobo V encargó tallar en madera de roble alrededor de 1540. Representan reyes, nobles, personajes mitológicos o emperadores romanos.
El castillo de Stirling tuvo un papel esencial en las Guerras de Independencia escocesas, entre ellas, una batalla que sucedió en Stirling es especialmente conocida: la batalla del puente de Stirling, en la que William Wallace logró derrotar por primera vez al ejército inglés.
La famosa reina María Estuardo (Reina de los Escoceses o Mary queen of the scots en inglés) residió y fué coronada en este castillo. También se dice que desde aquí conspiró contra la reina de Inglaterra Elizabeth I para hacerse con el trono.
También te puede interesar Visitar el lago Ness y el Castillo de Urquhart, un castillo en ruinas que no he incluído en esta lista pero que también tiene mucho interés histórico, además de estar en un enclave único como es el famoso Lago Ness.
Dumbarton castle
Si buscamos algunos de los castillos más bonitos de Escocia, es difícil pasar por alto el castillo de Dumbarton. Lo encontramos en la localidad homónima, a unos 20 km de Glasgow. Según los registros históricos escritos sería la fortaleza más antigua del Reino Unido.
Dumbarton se alza sobre una prominente roca volcánica, llamada Dumbarton Rock, la cual nos recuerda un poco al peñón de Gibraltar. Lo rodean los ríos Clyde y Leven, formando en conjunto un bucólico paisaje.
Si queremos visitar el castillo de Dumbarton debemos hacer acopio de energía, pues la subida hasta el edificio a través de sus interminables escalones bien lo exige. Eso sí, merece la pena porque las vistas desde la fortaleza son espectaculares.
Castillo de Inverness
El castillo de Inverness se encuentra dentro de la misma ciudad ubicado en un acantilado al lado del río Ness y se caracteriza por su pálido tono rojizo. Se construyó en el año 1836 sobre las ruinas de otras fortificaciones de los siglos XI y XV. Desde el castillo se pueden observar unas vistas excelentes del río Ness y sus alrededores.
Actualmente alberga las oficinas del gobierno local, pero en los meses de verano se abre a los turistas para mostrar exposiciones de la historia del castillo. Durante el resto del año se puede visitar desde fuera.
En los jardines encontramos varios bares, entre ellos un bar de tapas español. Como curiosidad, se cree que Shakespeare se inspiró en el antiguo castillo que existía en el mismo emplazamiento para escribir su popular obra Macbeth.
Stalker castle
Situado en el lago Laich, muy cerca del pueblo de Portnacroish, tenemos el castillo de Stalker. Se encuentra ubicado en una de las muchas islas artificiales que se solían construir durante la prehistoria en medio de los lagos.
Se cree que el castillo original se construyó en 1388 por el clan MacDougal y su propiedad osciló entre este clan, la corona y el clan Estuardo. Precisamente, a John Stuart se le atribuye la construcción que se conserva actualmente.
Al estar ubicado en una isla, lo cual era un seguro de vida para sus habitantes, el castillo solamente es accesible por agua en los meses de verano en días y horas previamente concertadas. No obstante, se pueden tomar increíbles fotografías de postal desde las orillas del lago.
Caerlaverock
El castillo de Caerlaverock es un ejemplo de fortificación que no se ha restaurado nunca. Lo que vemos es lo que se conserva tal y como quedó cuando fué abandonado en el siglo XVII. Sorprende sobretodo su ubicación en una especie de foso convertido en lago con puente elevadizo. Su peculiar forma triangular y la conservación de la catapulta son destacables.
Los primeros registros datan del siglo XIII y perteneció al Clan Maxwell, más tarde fué tomado por Inglaterra durante las guerras de independencia con Escocia. Se encuentra ubicado al suroeste de Escocia, muy cerca de la localidad de Dumfries y en la frontera con la Reserva Natural Nacional Caerlaverock.
Lauriston castle
En las inmediaciones de la ciudad de Edimburgo nos topamos con esta joya tal vez poco conocida, pero no por ello menos interesante. El castillo de Lauriston data del siglo XVI, se encuentra en buen estado de conservación y se puede visitar por dentro todo el año.
A destacar las espectaculares vistas que ofrece del fiordo de Forth y las leyendas de fantasmas que lo rodean, como cualquier castillo escocés que se precie. Aunque, más que al clásico castillo, se asemeja más a una pequeña mansión. De obligada visita es también el jardín japonés que lo rodea.
Eilean Donan
Esta fortaleza datada del siglo XIII se encuentra situada en una pequeña isla que recibe el mismo nombre. Está rodeada por el lago Duich y solo es accesible en barco o bien a través de un estrecho puente de piedra. El pueblo más cercano es Kyle of Lochalsh, a unas 8 millas.
El castillo actual se construyó en 1220 por orden de Alejandro II de Escocia sobre las ruinas de un antiguo fuerte usado por los pictos como defensa frente a las incursiones vikingas. Se dice que fué uno los lugares donde Robert the Bruce se refugió cuando huía de las invasiones inglesas de Eduardo I.
Posteriormente, el clan MacRae adquirió el castillo, convirtiéndolo en su residencia. Eilean Donan quedó abandonado poco después de la unión entre Escocia e Inglaterra a principios del siglo XVIII.
Hoy es uno de los lugares más visitados por los turistas que cada verano acuden a Escocia y continúa siendo la residencia oficial del Clan McRae.
Abbotsford House
El castillo de Abbotsford es una construcción relativamente reciente y es famoso por haber sido el hogar de Sir Walter Scott, el famoso escritor escocés. Compró los terrenos en 1811 y mandó construir esta bella mansión. Sus jardines están llenos de flores y el río Tweed fluye en la parte trasera de la casa.
Merece la pena hacer una visita al interior, donde se guardan numerosos artículos clásicos pertenecientes al escritor. Está ubicado en la región de Borders, muy cerca del pueblo de Melrose, al sur de Escocia.
Doune castle
De camino a Stirling se encuentra este modesto castillo del siglo XIII y es casi de obligada parada. De nuevo, tenemos otro castillo que jugó un papel crucial durante las guerras de Escocia contra Inglaterra. La construcción original quedó seriamente dañada en aquella conflictiva época, por lo que se reconstruyó en el siglo XIV bajo las órdenes del duque de Albany. Más tarde pasó a manos de la Corona y finalmente del gobierno, quien lo ha restaurado y se encarga de su preservación.
En su interior podemos visitar las bodegas, el gran salón de la cocina, las torres del homenaje y un patio interior con un pozo en el centro. Seguramente el castillo de Doune haga las delicias de fans de las series Outlander y Juego de Tronos, donde ha aparecido esta fortaleza.
Castillo de Fyvie
Este formidable castillo está en la región de Aberdeenshire, en el pueblo de Fyvie. En su interior se albergan numerosos objetos antiguos, cuenta con numerosas estancias, una bonita escalera interior, exposición de armas y armaduras originales y una interesante colección de retratos.
El castillo de Fyvie está cargado de leyendas del folkore Escocés, como la famosa historia de terror de la dama verde. Dicen que está embrujado, como muchos de los castillos de Escocia. Y ya para rematar, durante unos trabajos de restauración realizados en 1920, se encontró un esqueleto de una mujer detrás de la pared de uno de los dormitorios.
Las partes más antiguas datan del siglo XIII y se sabe que el monarca Carlos I vivió aquí de niño.
Dunrobin castle
Continuamos con más castillos bonitos por Escocia. El ostentoso castillo de Dubrobin es la residencia oficial del clan Sutherland.
Se trata de un castillo de estilo casa señorial que data de la edad media, aunque la mayor parte de lo que observamos fué construido en el siglo XIX por Sir Charles Barry, arquitecto también autor de la ampliación del Palacio de Westminster en 1845. En el patio interior se pueden observar restos del antiguo edificio medieval.
Resulta interesante entrar para visitarlo por todos los objetos antiguos que encontramos en unas estancias decoradas de época. Nos transporta directamente a la vida cotidiana de la aristocracia Escocesa.
Los jardines merecen una mención a parte, pues están perfectamente cuidados. Se hacen espectáculos con halcones y también tiene un museo donde hay una colección de animales disecados.
Castillo de Slains
Viajamos hasta el condado de Aberdeenshire, a la costa norte de Escocia. En la pequeña localidad de Cruden Bay encontramos las ruinas del castillo que se dice fué el que inspiró a Bram Stoker para escribir su novela Drácula.
Situado en un acantilado con vistas al mar del Norte, sus orígenes se remontan al siglo XVI. Actualmente está en ruinas, abandonado y en progresivo deterioro. Sin techos y con unas partes mejor conservadas que otras, aún se pueden apreciar sus estancias y en su conjunto resulta cautivador.
Los habitantes de Cruden Bay lo llaman cariñosamente “El castillo de Drácula”. Y es que un joven Bram Stoker solía visitarlo mientras escribía su famosa novela y se solía alojar en un hotel cercano. No es el arquetipo que tenemos en mente de castillos bonitos en Escocia, pero sí es digno de mención.
Ballindalloch castle
Entre frondosos bosques y valles, encontramos el castillo de Ballindalloch, también conocido como “La perla del Norte”. El apodo ya nos indica que se trata de uno de los castillos más bonitos de Escocia. Está ubicado en la región de Moray, a los pies del Parque Nacional Cairngorms.
Ha sido y es el hogar familiar de los Macpherson-Grant, aunque en los meses de verano está abierto a los turistas. Alberga una importante colección de pinturas españolas del siglo XVII y en sus terrenos encontramos un jardín de rocas del siglo XX, un palomar del siglo XVII y el famoso rebaño de Aberdeen Angus.
Muy cerquita tenemos también las destilerías de Whisky más famosas de Escocia, por lo que se puede aprovechar la visita para acercarse. También vale la pena pasear por los jardines y bosques de los alrededores, donde fluyen los ríos Avon y Spey.
Balmoral castle
El castillo de Balmoral es muy conocido por ser la residencia estival de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo. Isabel II suele pasar los fines de semana de verano aquí . Puesto que se encuentra habitado, solamente es posible visitar el salón de baile, el resto está cerrado a las visitas.
Comenzó a construirse en el año 1390 y como se encuentra habitado, está en perfectas condiciones y muy cuidado. El atractivo reside más en sus exteriores, con unos bonitos jardines y bosques que lo rodean, por los que se puede dar un tranquilo paseo que bien merece la pena.
Sin duda, se trata de uno de los castillos más bonitos de Escocia, aunque no cuente con la magia que reside en los castillos deshabitados.
Cawdor castle
Muy cerca de la ciudad de Inverness podemos hacer una escapada para visitar el castillo de Cawdor. Está situado en mitad de los jardines de la parroquia que recibe el mismo nombre. Fué construido alrededor de una torre del siglo XV, con numerosas ampliaciones realizadas durante los siglos posteriores.
Dentro alberga muebles, cuadros y elementos decorativos antiguos. Pero lo mejor se encuentra fuera, no te puedes perder sus bonitos jardines con laberinto, la Cawdor Big Wood y el campo de golf de nueve hoyos.
Este edificio es propiedad de la familia Campbell desde el siglo XVI y aun residen aquí fuera de temporada.
¿Habéis visitado castillos en Escocia? ¿Tenéis ganas de visitar alguno en especial? ¿Cuál os ha gustado más? ¡Deja un comentario y comparte si te ha gustado este artículo!


2 Comentarios
Leticia
Escocia debe ser impresionante, no solo por los castillos sino también por los paisajes. A ver si este año puedo preparar un viaje a estas tierras, me guardo la entrada para entonces, ¡es un recopilatorio muy útil!
Britania for you
Hola Leticia! Desde luego lo es, como bien dices, también por los bellos paisajes que nos regala! Espero que puedas ir pronto, seguro que te va a encantar. Gracias por comentar y un abrazo.