
“Mamá, me voy a Londres” de Paloma Corredor
Por Verónica de la Cruz, redactora de contenidos en Britania for you
Hubo un tiempo antes del Brexit en que muchos españoles emigraron a Reino Unido, especialmente a Londres. No era solo una mera cuestión de necesidad. Algunos iban en busca de un mejor futuro profesional tras la crisis financiera de 2008, otros simplemente iban para cambiar de aires, como Josefina, la inconformista protagonista de la novela. Otros motivos ampliamente esgrimidos eran mejorar el inglés, probar suerte o simplemente porque, admitámoslo, Londres estaba de moda. Paloma Corredor nos trae una conmovedora novela que encapsula la esencia de aquella época en la capital inglesa.
Tras perder el trabajo y dejarlo con su novio, Josefina decide cortar por lo sano con su Madrid natal de toda la vida. Sin una hoja de ruta bien definida, pero con la maleta cargada de ilusiones, se muda a Londres como quien coge el metro y se instala en otro barrio. Así eran las cosas en aquel entonces, Reino Unido te esperaba con los brazos abiertos y una sonrisa. A medida que avanza la novela se van revelando los verdaderos motivos por los que Josefina se instala en Londres, aparte de su gran pasión por la cultura británica.
“Mamá, me voy a Londres” de Paloma Corredor no es solo una historia de amor, sino un viaje a través del crecimiento personal de la protagonista. Estamos ante un relato de cómo bajar de la luna a base de tropiezos y tocar con los pies en la tierra. Podría decirse que es una historia de aceptación del yo y sobre disfrutar de la sencillez de la vida dejando a un lado el vacío que hay tras la atractiva envoltura de la opulencia y el glamour. La autora nos narra todo ello con un estilo fresco y casual, donde los hechos se suceden unos tras otros, creando así un cierto suspense que hace que no quieras dejar de leer para ver qué va a suceder a continuación.
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Paloma Corredor ha sabido captar muy bien el carácter tanto de la vida de barrio de la clase trabajadora en Madrid, como la del Londres cosmopolita y glamouroso, pero lleno de contrastes también, con sus barrios menos favorecidos. España y Reino Unido son dos mundos diferentes que se funden entre sí y chocan a veces. Los personajes resultan todos ellos entrañables, desde la prototípica madre de Josefina, algo fría y distante, pero siempre entregada a sus hijas, hasta la hermana de ésta, Toñi, con sus labios “rojo chorizo”, color que la autora haría bien en patentar.
Además, los españoles que Josefina va encontrando a lo largo de su aventura Londinense también son de lo más variopinto. Cada uno tiene su historia personal, a cual más diferente, pero con todas es fácil empatizar. También resultan divertidos los Británicos con los que interactúa, desde la oronda y cargante casera que la acoge nada más llegar a la ciudad, hasta la jovial pareja de ingleses enamorados de España.
Tanto si habéis vivido en Londres como si no, esta novela os va a encandilar de principio a fin. Pero especialmente si habéis vivido en Londres durante aquella época os vais a identificar mucho con la situaciones y ambientes que retrata Paloma Corredor con un desparpajo único. Una ciudad que a veces está tremendamente idealizada por la protagonista, pero que no deja de ser un justo retrato de la capital británica en la época pre-Brexit.
No he podido evitar sentir cierta nostalgia ante aquel Londres que yo conocí por primera vez. Una ciudad enorme donde llegabas con lo puesto y podías buscarte fácilmente la vida. En aquel Reino Unido abierto a los Europeos se respiraba optimismo y esperanza. La capital y el país en general ofrecían un amplio abanico de oportunidades que ahora no sé encontrar allí, a pesar de que irremediablemente sigo adorando el país.
No dejéis de leer “Mamá, me voy a Londres” de Paloma Corredor. Os atrapará, os doy mi palabra. Porque, ¿quién no ha sido alguna vez Josefina? Podéis conseguir la novela en formato digital o en papel aquí.

